Pensaré habla (y siente) como práctica I

Hemos empezado a producir también pensamiento sobre nuestras prácticas. Pensamiento desde el nosotras, que mira y siente al lado más que arriba. Para construir red. Os dejamos la primera entrega que fue preparada para el coloquio celebrado en Bochum (Alemania) a finales de 2015 sobre el tema de las cartoneras y los sujetos subalternos. En el texto que sigue se nos han atravesado muchas voces en nuestra garganta. Voces que ya eran muchas. Hemos hecho un ejercicio: escribir un texto completo a través de lo que nuestros libros dicen, remezclándonos y atravesándonos de las ideas y las experiencias políticas que narran los textos que publicamos. La idea es que no podamos reconocernos singularmente, que no podamos decir a quién pertenece cada texto; sino que solo podamos hacer una aproximación a las ideas a través de ponerlas en práctica. Porque algo tiene que pasar(nos) para que (nos) pase algo.

 

Las cartoneras como edición descolonial. Las cartoneras hablan como práctica.

Si Spinoza decía que no sabemos que puede un cuerpo, ahora podriamos decir también que no sabemos qué puede un lector. Quiero decir, ¿nos importa quienes somos? ¿O nos importa lo que hacemos?  La lectura es un puñetazo que sacude el mar helado que llevamos dentro. Nombremos y miremos el mundo que no existe ahora, pero que empezara a existir en nuestras palabras y en nuestras mirdas. Mediante la elaboracion de modos de vida que sean tambien modos de lucha y que la pluma sea tambien una espada, y que su filo corte el oscuro muro por el que habrá de colarse el mañana.

Leer es dejarse tocar por aventuras que no hemos vivido, por amores que no hemos tenido, por ideas que nos asaltan y que nos desplazan, por presencias que hacen nuestra vida diferente proponemos, contagiamos y construiemos el mundo que queremos sabiéndonos y asumbiéndonos responsablemente parte de él. Compartir es cruzar mundos y referencias, contaminar expectativas, darse a quien no toca, cuando y donde no toca.  favorecer un contagio de corazón a corazon, a partir de la expreiencia concreta. Contagio del espíritu de autonomía y del deseo de empezar a construir, en todas partes, otra realidad colectiva posible, necesaria y urgente. Lo que hace que ande la vieja rueda de la historia son los colectivos, no los individuos… o individuas. La historiografia se nutre de individualidades; la historia aprende de pueblos.

Reconocemos esta multiplicidad de experiencias-saberes como uno de nuestros mayores potenciales en nuestro modesto y no académico punto de vista, lo que importa es el camino no el caminante. Pensar los amores desde lo inclusivo nos lleva a pensar el mundo desde lo inclusivo otras culturas, pues, son interrogatorios para nosotros si nos abrimos a escuchar sus preguntas. Volverse atento al tener-lugar de las cosas, de los seres. A su acontecimiento.

Comprometerse es, en el fondo dejase comprometer, dejarse poner en un compromiso. Eso quiere decir romper barreras de inmunidad, renuncia a la libertad clientelista de entrar y salir con indiferencia del mundo como si fuese un supermercado o una pagina web. Quiere decir dejarse afectar, dejarse tocar, dejarse interpelar, saberse requerido, verse concernido… entrar en espacios de vida en los que no podemos aspirar a controlarlo todo, implicarnos en situaciones que nos exceden y que nos exigen inventar nuevas respuestas que tal vez no tendremos y que seguro que no nos dejaran igual. Todo compromiso es una transformacion forzosa y de resultados no garantizados

Se trata de una ruptura radical con la cultura occidental, con las ideas de progreso y desarrollo, con las propuesas de crecimiento y consumo ilimitados porque del mismo modo que la posesión de los cuerpos y deseos ajenos foman parte del capitalismo emocional, la desvinculacion de los mismos tambien. Pero es tambien una ruptura con la modernidad, con el colonialismo y el eurocentrismo. Crear una nueva vida para superar los años y siglos de esclavitud del pensamiento que han sido impuestos en la gente, sobreponerse a la dominación y al poder hegemonico y «crear una vida comun juntas. La conspiracion de los cuerpos. No de los espiritus criticos, sino de las corporeidades criticas. He aquí lo que el Imperio teme. Vivir el cuerpo como una cuestión política, vivir la cotidianeidad. Política del tener lugar. La lucha que vale no es la que se ha ganado o perdido. Es la que sigue porque la rebeldía, amigos y enemigos es patrimonio de la humanidad. Y es algo que hay que celebrar. En todas partes, todos los dias y a todas horas. Porque la rebeldía es tamben una celebración.

Partimos de nuestros cuerpos que son nuestros territorios políticos para implicarnos en procesos de desoclonizacón y advertimos que la colonizacion no solo tiene que ver con la presencia del invasor en las tierras si no con la internalización del amo y sus lógicas de comprensión del mundo. Nos arriesgamos a vivir embriagadas, a imaginar otras fomas posibles de habitar el mundo. No vale la pena desmontarlo todo para volver a montar lo mismo con otro nombre. La política que viene. Politica de la insurrección local contra la gestión global de la presencia recobrada sobra la ausencia de sí. Nos sabemos siempre en proceso, siempre en transito. Soltar una forma solo puede querer decir recuperarlas todas como posibilidades.

La crisis civilizatoria que estamos viviendo nos sugiere que los instrumentos analítico con que contamos para comprender y analizar la realdiad ya no son confiables, porque son conocimientos de matriz colonial que se limitan a consagrar el actual patrón civilizatorio como algo natural e impiden pensar en formas de vivir diferentes. Necesitamos zonas de opacidad en donde los atributos, incluso criminales, incluso geniales, ya no separen a los cuerpos. No estamos adentro ni afuera. Somos fronterizas, somo ex-centricas.

Y ahora, usted que fue sordo, se indigna porque no lo escuchan ni siguen. Mientras tanto, y en nuestra humilde opinión, lo único que vale la pena hacer allá arriba es lo que hacen las aves: cagarse.

Bochum,València, México en Octubre 2015

(El texto es un collage de extractos que provienen de el catálogo de textos de Pensaré cartoneras que está disponible aquí, acá y acullá)

 

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